Un lenguaje de programación de bajo nivel de abstracción
es el que proporciona un conjunto de instrucciones aritmeticológicas
sin la capacidad de encapsular dichas instrucciones en funciones que no
estén ya contempladas en la arquitectura del hardware.
Dicho lenguaje es muy simple o nada complicado, pero estructurar
programas a ese nivel es muy difícil. Dado que este lenguaje viene dado
por las especificaciones técnicas del hardware, no permite una
abstracción fuera de lo estipulado para el microprocesador de un ordenador. Consecuentemente, es fácilmente trasladado a lenguaje de máquina.
Un lenguaje de programación de alto nivel se caracteriza por expresar los algoritmos de una manera adecuada a la capacidad cognitiva humana, en lugar de a la capacidad ejecutora de las máquinas.
En los primeros lenguajes de alto nivel la limitación era que se
orientaban a un área específica y sus instrucciones requerían de una
sintaxis predefinida. Se clasifican como lenguajes procedimentales.
Otra limitación de los lenguajes de alto nivel es que se requiere de
ciertos conocimientos de programación para realizar las secuencias de
instrucciones lógicas. Los lenguajes de alto nivel se crearon para que
el usuario común pudiese solucionar un problema de procesamiento de
datos de una manera más fácil y rápida.
Por esta razón, a finales de los años 1950
surgió un nuevo tipo de lenguajes de programación que evitaba estos
inconvenientes, a costa de ceder un poco en las ventajas. Estos
lenguajes se llaman de tercera generación o de alto nivel, en contraposición a los de bajo nivel o de nivel próximo a la máquina.
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